LA REVOLUCIÓN DE LA ROBÓTICA BLANDA

La sociedad se enfrenta, desde hace varios años, a cambios y transformaciones en todos los campos; los seres humanos se han visto enfrentados a aprender a aprender y a desaprender aquello que creían que sabían. De igual manera, se han visto retados a desarrollar y fortalecer otras capacidades y a darle poder a habilidades que antes no eran tomadas con mucha importancia.
Así es como las habilidades blandas comenzaron a tener más protagonismo en la vida de las personas y, sobre todo, en la esfera laboral; cambios que han llegado inesperadamente y a velocidades nunca imaginables. Llevando a las personas a encontrar en la agilidad, la resiliencia y la gestión herramientas y pilares para entender, comprender y abrazar los cambios.
Sin embargo, también han llegado cambios que alteran las dinámicas y los procesos relacionales, proponiendo nuevos paradigmas que, a futuro, cambiarán completamente la visión y el actuar de todos nosotros. Uno de ellos es la robótica blanda.
Con la llegada de los robots y de la inteligencia artificial las personas han podido acortar procesos, disminuir horas laborales y encontrar en poco tiempo múltiples respuestas a algo; que en un escenario anterior tomaría días o hasta semanas. De igual manera, en algunas casas ya cuentan con la ayuda de algunos robots para hacer tareas diarias como barrer, poner música, bajar las persianas, etc.
Algunos de estos robots han ido evolucionando y son llamados soft robots, es decir, robots inspirados en los cuerpos flexibles de los humanos y de los animales, que tienen capacidades como curarse a sí mismos, explorar otros planetas, recolectar organismos del agua y ayudar a cirujanos.
De igual manera, estos soft robots tienen materiales tan blandos que permite deformarse para adaptarse a entornos cambiantes, como túneles estrechos; también les permite, a algunos, crecer como una planta para poder excavar bajo tierra y establecer nuevas infraestructuras en otros planetas. Así mismo, la robótica blanda contribuye al desarrollo de las emociones y favorecen el lenguaje corporal generando emociones como la empatía.
Ya las proyecciones futuristas de robots que habitan la tierra han quedado en el pasado, hacen parte de un futuro no muy lejano que cada día más se vuelve cotidiano.